Seamos realistas, no somos animales que hibernan y, aunque nos gustaría permanecer en el interior durante los meses de invierno, a algunos de nosotros no nos importa el frío y la nieve.
Para disfrutar de las temperaturas más frías de manera segura, asegúrese de seguir estos consejos de la guía de invierno al aire libre. Todos queremos mantener seguros a nuestros hijos, sin importar el clima.
Vestirse para la nieve
Aventurarse en la nieve significa vestirse para la ocasión. Viste a tus hijos con muchas capas cálidas (pero no demasiado restrictivas) y asegúrate de cubrirles la cabeza y las manos. Si es posible, haga que la última capa sea impermeable y asegúrese de que tengan botas o calzado adecuados que no solo los mantengan abrigados sino que eviten que se resbalen en el hielo.
Jugando en la nieve
Dependiendo de las actividades que más interesen a sus hijos (snowboard, esquí, patinaje sobre hielo, trineo, construir un muñeco de nieve o una buena pelea de bolas de nieve a la antigua), asegúrese de que tengan el equipo adecuado. Esto podría significar cascos, pantalones para la nieve, botas o almohadillas especiales.
Consejo profesional: haz que entren del frío de vez en cuando para calentarse. Es posible que ambos teman desvestirse y volver a vestirse con todo ese equipo, pero quieren evitar la hipotermia y la congelación.
Hielo
El hielo puede ser hermoso cuando lo miras desde la comodidad de tu hogar. Los carámbanos son geniales, de hecho, y a qué niño no le encanta deslizarse sobre una capa de hielo. Pero el hielo puede ser muy peligroso. Si tiene carámbanos colgando de su techo, árboles u otros objetos, mantenga a los niños alejados de ellos. Una vez que el sol los golpea, comienzan a derretirse y pueden caer. Tenga cuidado de tratar de derribarlos usted mismo también.
Si tiene aceras, entradas de vehículos o masas de agua heladas cerca de usted, también tenga cuidado. El hielo derretido, la arena o incluso la arena para gatos pueden ayudar a proporcionar tracción y evitar que usted y sus hijos se resbalen. Si está cerca del agua, asegúrese absolutamente de que el agua esté congelada antes de aventurarse en ella. Eso significa muchos días de temperaturas bajo cero, por lo que el hielo se ha formado más profundo que solo la capa superficial.
Congelación
Según WebMD, la congelación es “cuando la exposición a temperaturas bajo cero daña áreas de la piel y los tejidos que se encuentran debajo. Es una afección tratable pero potencialmente grave”. Podemos ayudar a prevenir la congelación en nuestros niños asegurándonos de que toda la piel expuesta esté cubierta cuando salgan a jugar en temperaturas frías (recuerde, no tiene que haber nieve en el suelo). Asegúrese de que tenga guantes, sombreros que cubran sus orejas, abrigos y pantalones que sean lo suficientemente largos y, si es necesario, una bufanda para ayudar a cubrir el cuello y las mejillas. También podemos ayudar a prevenir la congelación haciendo que vengan a tomar descansos y revisar las áreas más vulnerables (manos, dedos, orejas, dedos de los pies, cara). Y, por supuesto, no tengas miedo de decir que hace demasiado frío y es peligroso salir. A veces las temperaturas simplemente no son seguras. Su servicio meteorológico local le proporcionará advertencias sobre cuándo las temperaturas están en un nivel peligroso.
Quemaduras producidas por el sol
Sí, incluso en invierno tu piel puede quemarse con el sol. Asegúrese de poner protector solar en sus hijos antes de que salgan a jugar. Es el sol lo que nos preocupa, no el calor del sol que puede causar la quemadura.
Recuerde compartir estos consejos con todos aquellos que estarán cerca de los niños. ¡Cuantos más hagamos nuestra parte para mantener a los niños seguros, mejor!
Para obtener más información sobre cómo mantener seguros a sus hijos durante los meses de invierno, lea nuestro Miniguía de seguridad en invierno, edición en casa.
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